TECNOLOGÍAS/SOPORTES: DEFINICIONES, MIRADAS Y PRIMERAS PREGUNTAS
Autores: Gastón Rodríguez, Bianca Racioppe, Damiano Shepherd
Instituto de Investigaciones en Comunicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Esta ponencia surge de la inquietud del IICOM por generar espacios de reflexión acerca de las prácticas profesionales y la investigación. Se enmarca en la línea de investigación tecnologías/soportes creada en el contexto de ese Instituto para atravesar aquellas investigaciones, reflexiones y prácticas que problematicen a las tecnologías y a los soportes. La presentación de esta ponencia es, al mismo tiempo, la presentación oficial y pública de esta línea que pretende acompañar y aportar a la construcción de conocimiento en torno a las tecnologías/soportes que los proyectos de investigación, tesis de posgrado y de grado están llevando adelante.
Primeras definiciones y anclajes en torno a estas categorías
Las nociones de soportes y tecnologías atraviesan la literatura básica de cualquier estudiante o graduado de las carrera de comunicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Pero, generalmente, esta omnipresencia las vuelve laxas e inabordables, difíciles de definir y asir. Hay muchas maneras de pensar a las tecnologías y a los soportes, miradas que abrevan en diferentes concepciones teóricas acerca de la comunicación y los sujetos. Por eso, creemos importante partir de algunos acuerdos previos que tienen que ver con recorridos y tradiciones que configuran las producciones de esta casa de estudios. Acuerdos que son iniciales, pero de ninguna manera definitivos o instituyentes. Sólo pretenden ser un mapa, una orientación al momento de poner en juego, de reflexionar acerca de las tecnologías.
Partimos de pensar a las tecnologías como producciones sociales, surgidas en un contexto histórico y social al que modifican y por el que son modificadas. Desde este lugar, para esta línea de investigación las tecnologías no son simples canales, sino que ellas mismas están atravesadas de sentidos, son constructoras de sentidos. Siguiendo a Raymond Williams podríamos decir que “(…) Los inventos técnicos se dan siempre dentro de las sociedades, y que las sociedades son siempre algo más que la suma de relaciones e instituciones de las cuales los inventos técnicos han sido excluidos mediante una definición falsamente especializada. Estos hechos bastante obvios son oscurecidos aún más por la tendencia generalizada a emplear los términos «invento técnico» y «tecnología» como si fuesen equivalentes (…) una tecnología es, en primer lugar, el marco de conocimientos necesarios para el desarrollo de dichas habilidades y aplicaciones y, en segundo lugar, un marco de conocimientos y condiciones para la utilización y aplicación prácticas de una serie de ingenios (…) Lo que importa en cada nivel es que una tecnología siempre es, en el sentido más amplio del término, social.”1
Esta definición que da Williams permite pensar cualquier tecnología de comunicación, desde la imprenta hasta nuestros días; pensarla en interacción y en relación con otras instituciones sociales; pensar las competencias y saberes que son requeridos culturalmente para hacer usos significativos de esas tecnologías. Si bien la práctica de la comunicación siempre ha estado atravesada, mediatizada por distintas tecnologías y soportes; es en el contexto actual donde esas mediatizaciones se potencian produciendo transformaciones profundas e irreversibles en nuestros modos de estar y ver el mundo. Si la imprenta produjo un cambio paradigmático en los modos de producir y circular el conocimiento, hoy las nuevas tecnologías de comunicación vuelven a trastocar radicalmente las prácticas y las rutinas, los modos de acceder al conocimiento, los modos de circularlo y compartirlo. “(…) el desarrollo de nuevas formas de procesar la información basados en sistemas digitales de codificación, y la convergencia gradual de tecnologías de información y comunicación hacia un sistema digital de transmisión, procesado y almacenamiento común. Estos desarrollos están creando un nuevo escenario técnico en el cual la información y el contenido simbólico pueden ser convertidos rápidamente, y con relativa facilidad a diferentes formas. Ofrecen la posibilidad de una flexibilidad mucho mayor, tanto en el manejo como en la transmisión de la información”2
Hoy, señala Martín Barbero, el entorno tecnológico se vuelve tan estratégico (y tan natural) como el ecosistema verde “es el entorno técnico el que se nos vuelve aceleradamente natural pues cada vez se hace más parte de nuestra corporeidad, de nuestra movilidad y de nuestra cognitividad”3
Esta época, atravesada por la hipervincularidad de Internet, lo tecnológico no sólo se vuelve natural, sino que permite la convergencia de lenguajes en un mismo soporte técnico. En este sentido, Manuel Castells en los noventa ya se refería a la “gran fusión” cuando pensaba al multimedia como entorno simbólico.4 Hoy, esta fusión se ha profundizado y es aquí donde la categoría de soporte adquiere, también, otros sentidos. Los medios tradicionales, por llamarlos de algún modo, proponían un lenguaje que estaba en relación con un soporte: la televisión, la radio, si bien se retroalimentaban entre ellas, mantenían sus características diferenciadas y diferenciables. Hoy, todos estos lenguajes se vuelven hipermedia y se reúnen en soportes cada vez más minúsculos, el celular es un ejemplo de esto.
En este contexto de masificación de acceso a la publicación de contenidos dada por el uso de internet y la convergencia de “pantallas”, aparece el dispositivo móvil de telefonía con utilidades incorporadas que van desde cámaras de fotografía, de video, aplicaciones de oficina y la posibilidad de publicar lo producido directamente en la web, casi sin intermediarios. “La telefónía móvil es hija dilecta de la convergencia digital y se convirtió en la tecnología informacional por excelencia en una región (Latinoamérica) que en un paralelo incrementa el acceso a internet en los hogares y lugares de trabajo”. 5
Así, las múltiples pantallas que atravesaban nuestras vidas, convergen en una pantalla que abre a muchos lenguajes y sentidos. Esta convergencia también transformará las prácticas y, especialmente, las percepciones del tiempo y el espacio.
¿Es posible pensar hoy en “televidentes” puros? ¿en “lectores” de diarios? ¿en “oyentes” de radio? Toda la audiencia consume mensajes en múltiples soportes, construyendo una nueva mirada a partir de la lectura y reflexión de varios soportes. Por ejemplo, actualmente un programa de TV tiene sus complementariedades en medios gráficos, radiales, digitales brindando múltiples posibilidades de visionado. Sin duda, estas transformaciones modifican no sólo los modos de consumo y acceso; sino también los modos de producción . En este marco, todas estas preguntas se vuelven centrales para el campo de la comunicación y es uno de los objetivos de esta línea de investigación reflexionar en torno a estos interrogantes.
Otros discursos, otras voces. Potencialidades de las nuevas tecnologías
En el contexto actual Internet y las nuevas tecnologías se nos presentan como espacios de convergencia de lenguajes y, al mismo tiempo, espacios que abren a nuevas posibilidades de distribución, circulación y participación. Esto transforma las prácticas y el oficio del comunicador y coloca a las instituciones tradicionales como la universidad en el dilema de qué hacer con esos nuevos saberes. Este punto es, sin dudas, un nudo importante de preocupación de esta línea de investigación: ¿cómo los modos de hacer comunicación son transformados y atravesados por las nuevas tecnologías? ¿Cómo la Facultad de Periodismo, como institución formadora de profesionales en comunicación, debe retomar estos saberes?
Desde la práctica docente y profesional reconocemos cambios profundos en los modos de producir y distribuir la información. Las posibilidades materiales de generar espacios de comunicación se amplían y se reduce la cantidad de recursos necesarios para desarrollarlas.
Actualmente no se depende de imprentas y procesos costosos para generar un periódico, se puede hacer artesanalmente utilizando softwares que son cada vez más accesibles e impresoras no muy costosas. Ni siquiera la materialidad del papel es necesaria, ya que internet ofrece espacios (blogs, webs, fotologs) que permiten dar a conocer ideas, perspectivas, noticias.
La accesibilidad a publicar por parte de los estudiantes en sus instancias de formación, pone a los alumnos de comunicación en una situación de “control social” a sus producciones, con una real situación de comunicación en medios más allá de la evaluación del docente a cargo. Esta innovadora y particular instancia altera sustancialmente el compromiso del
alumno-productor para con su realización. Ya sea ésta audiovisual, gráfica, multimedia, en audio o fotográfica.
Son las lógicas de producción que plantea la llamada web 2.0 que pretende colocar al receptor en el lugar del emisor haciendo estallar años de brodcasting del uno para muchos.
Ahora son muchos los que producen o, al menos, esa es la panacea en la que se mueven los integrados a la web 2.0, los tecnófilos que sostienen que ahora hay multiplicidad de voces.
Seguramente las hay, numerosas experiencias periodísticas dan cuenta de que Internet abre a otros discursos, a otras miradas, a otros relatos; pero no por eso podemos caer en la ingenuidad de pensar que todos esos discursos tienen el mismo peso político e institucional.
Tal vez en un futuro Internet sea en sí mismo un espacio de legitimación y visualización; pero en este contexto de transformación aún hay un peso importante en la palabra que es pronunciada en los medios tradicionales, todavía son ellos los que tienen el poder de la enunciación, los que establecen las verdades.
Sin embargo, ya se atisban transformaciones más profundas que no se dan sólo por la existencia de las tecnologías; sino por políticas establecidas en torno a ellas. En América
Latina, actualmente, somos testigos y protagonistas de un cambio importante también en el modelo brodcasting de producción de contenidos y su distribución a partir de la implementación del sistema de Televisión Digital (Terrestre y Satelital), siendo la
Argentina una de las naciones pioneras en ello. Acompañada por una nueva legislación regulatoria, la TDT abre la posibilidad de explotación de licencias con sentido comercial y gubernamental por parte de nuevos actores dentro del espectro de señales, que incluye sectores sociales y comunitarias que buscan participación como productores en el medio.
Entonces, en este marco de transición, los comunicadores encontramos en Internet un ámbito de potencialidad, de posibilidad de la palabra que antes era más limitada. Así, estallan las experiencias y surge el debate de cómo formar a los estudiantes para el uso significativo de estas tecnologías, el debate por cómo incorporar estos saberes a la currícula.
Desde esta línea consideramos que estos saberes son transversales y, por eso, queremos alentar a las distintas materias a dar una discusión, a reflexionar acerca de las tecnologías y los soportes que, desde siempre, han estado presentes en la práctica profesional; pero que ahora –como señalábamos antes- se vuelven más tangibles y omnipresentes.
A modo de cierre
La intención de esta ponencia fue introducir una reflexión inicial en torno a las tecnologías y soportes; presentar algunos de los principales interrogantes que aparecen en el escenario actual y frente a los que el campo de la comunicación no puede estar ausente.
Muchas de estas inquietudes, reflexiones y debates que presentamos someramente están presentes, atravesando las investigaciones de cátedra, las tesis, los trabajos que realizan los alumnos en los contextos de clase.
La intención de esta línea es atravesar y aportar a esos debates y, al mismo tiempo, nutrirse de ellos para ir moldeando y repensando el lugar, los usos, las prácticas de las tecnologías en nuestras cotidianidades.
1 Williams, Raymond; “Tecnologías de la comunicación e instituciones sociales”; en Historia de la Comunicación. Vol.2.
De la imprenta a nuestros días; Bosch Casa Editorial, S.A; Barcelona; 1992.
2 Thompson, John B.; Los media y la modernidad. Una teoría de los medios de comunicación; Paidós; Barcelona; 1998.
3 Martín Barbero, Jesús; “El cambio en la percepción de los jóvenes. Socialidades, tecnicidades y subjetividades” en
Morduchowicz Roxana (coord.) Los jóvenes y las pantallas; Gedisa, Barcelona; 2008.
4 Castells, Manuel; La era de la información. La sociedad red. Vol. 1, Siglo XXI editores; México; 1999.
5 Becerra, Martín. “La incubación de una nueva cultura” en Revista TELOS.
Bibliografía
• Becerra, Martín. “La incubación de una nueva cultura” en Revista TELOS.
• Castells, Manuel; La era de la información. La sociedad red. Vol. 1, Siglo XXI
editores; México; 1999.
• Martín Barbero, Jesús; “El cambio en la percepción de los jóvenes. Socialidades, tecnicidades y subjetividades” en Morduchowicz Roxana (coord.) Los jóvenes y las pantallas; Gedisa, Barcelona; 2008.
• Thompson, John B.; Los media y la modernidad. Una teoría de los medios de
comunicación; Paidós; Barcelona; 1998.
• Williams, Raymond; “Tecnologías de la comunicación e instituciones sociales”; en Historia de la Comunicación. Vol.2. De la imprenta a nuestros días; Bosch Casa
Editorial, S.A; Barcelona; 1992.